El Banco de Inversión Privada de El Salvador nació en 2012 como respuesta a la necesidad de democratizar el acceso a información financiera de calidad en nuestro país. Fundado por un grupo de analistas financieros con experiencia internacional, nuestra institución se estableció con un propósito claro: brindar consultoría independiente sin conflictos de interés.
Durante nuestros primeros años, nos especializamos en el análisis de mercados tradicionales, bonos gubernamentales y acciones internacionales. Sin embargo, la revolución digital nos llevó a expandir nuestros horizontes en 2017, cuando incorporamos el análisis de criptomonedas y activos digitales a nuestros servicios.
El momento decisivo llegó en 2021, cuando El Salvador adoptó Bitcoin como moneda de curso legal. Nuestra experiencia previa nos posicionó como referentes nacionales en educación financiera sobre criptomonedas, ayudando tanto a ciudadanos como empresas a navegar esta nueva realidad económica con conocimiento y seguridad.